Vista des Cingle des Niu des Voltor, Serra de ses Farines y Puig Roig.
7 diciembre 2011 miércoles
TECHO de SA FOSCA
Una espectacular e intrepidante salida al techo de sa fosca, la parte oscura del torrente des Gorg Blau. El torrente tan deseado por los fans del barranquismo y las experiencias fuertes por sus oscuros y su baja temperatura, que hace sea una experiencia inolvidable.
Gracias a César nos encontramos por estos lapiaces como cuchillas deseosas de poder cortar la sensible piel y carne de los excursionistas aquí presentes. La aventura empieza en la explanada antes del pas den duro. Cresteamos las aristas reinantes, con una ligera brisa y aire frío. El sol no hace todavía acto de presencia, por lo que la temperatura ambiente es baja a estas horas de la mañana.
Cargados con cuerdas y equipo de instalación por si acaso, no es fácil crestear, hay pasos que nos jugamos el tipo, no hay opción a error, si te caes… no lo cuentas, así de claro. Tras varios intentos, al fin encontramos el paso. Una fita nos indica el camino. Pero no estará tan claro. Es tan abrupto el terreno, que apenas podemos avanzar, entre rocas lapiaz y carrizo, apenas vemos donde pisamos.
César confirma trayecto, el mal trayecto. Hago hincapié que hay restos de camino empedrado, restos sí…. sutilmente escondidos por la maleza y lapiaz, pero confirmado queda. Me es curioso del trabajo que debió de llevar construirlo.
Bajamos dirección al cañón, vemos unas fitas, luego nada. Saltos sobre roca, dentro bosque y zarzales hasta el primer salto, de unos20 m. Hay cordinos en un arbusto, bastante nuevos. Eufóricos descendemos y acto seguido otro de unos 30m. Después seguimos descendiendo hacia la izquierda como podemos, llegando al salto principal de unos 50m. según comenta César.
Ahora sorpresa; es algo tarde. Según parece 50m. en aéreo llegando al techo de sa fosca, pero parece ser, bajo ésta hay otro techo, lo que hace falta más material de instalar y cuerdas, por lo que optamos dejarlo para otra ocasión. Frente nuestra, en el risco, César nos enseña dónde está la maroma que lleva ahí años incontables. Después de escudriñar con los ojos cansinos, encontramos la maroma casi enfrente. Parece ser, si no me equivoco, es cuestión de cazadores y/o pastoreo. Hay que tenerlos bien puestos, ya que, es casi vertical, el subir o bajar por ahí enfrente, hay que tenerlos bien puestos.
Más alegres por estar aquí y ver lo visto, Marcos, César y un servidor, Rafael, emprendemos el regreso, duro pero satisfactorio.
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